Informe final sobre brecha salarial de género en las universidades públicas españolas

Amaya Mendikoetxea, Pilar Paneque y Marta Cruells

Madrid, 13 de junio de 2023 La vocal del Comité Permanente de Crue Universidades Españolas y rectora de la Universidad Autónoma de Madrid, Amaya Mendikoetxea, ha participado este martes, 13 de junio, en la presentación del primer «Informe sobre brecha salarial en las universidades públicas españolas», un estudio del Ministerio de Universidades, Crue y ANECA, elaborado por varias investigadoras e la Universidad del País Vasco, y que da continuidad al proyecto piloto sobre brecha salarial, presentado en 2021, y en el que participaron 20 universidades. En esta ocasión, ha participado la práctica totalidad de las instituciones universitarias españolas.

Mendikoetxea ha participado junto con la directora de ANECA, Pilar Paneque, en el debate posterior a la presentación de los principales indicadores del informe, que ha avanzado el ministro Joan Subirats. El informe, cuyo objetivo es conocer las principales desigualdades salariales, sus características y consecuencias para el diseño de medidas con el fin de reducirlas, concluye que la brecha salarial entre hombres y mujeres en la Universidad es del 12,7% de media. El grueso de esta diferencia se encuentra, fundamentalmente, en los complementos salariales, donde alcanza el 19,1% y es más reducida en el salario base (1,8%).

Las investigadoras han destacado que los complementos constituyen la forma a través de la cual se retribuyen los méritos investigadores y de participación en proyectos o actividades de investigación, formación o gestión. Y son estos complementos los que suponen el mecanismo mediante el que se configura la discriminación salarial entre hombres y mujeres.

Brecha salarial por edad

El estudio presentado destaca cómo, al inicio de la carrera del personal docente e investigador, no hay apenas diferencias salariales. Mientras que, a medida que avanza esta carrera profesional, en concreto entre los 30-39 años, la brecha tiende a su máximo coincidiendo con la edad de mayor acceso a la carrera docente. También revela que coincide con la franja de edad en la que las mujeres y los hombres suelen iniciar proyectos familiares, pero son las segundas las que ven su carrera y sueldo afectados por ello. Con el paso del tiempo, tiende a estabilizarse, manteniéndose en torno al 5%. La brecha en los complementos es la más significativa en cualquier franja de edad.

Destacan los elevados valores de la brecha media en los complementos por sexenios (28,5%) y, sobre todo, por proyectos (47,3%). En ambos casos se trata de complementos ligados a la progresión en la carrera académica.

De manera más específica, los complementos por sexenios no están directa y exclusivamente ligados con la antigüedad, sino con la acumulación y reconocimiento de méritos en investigación y transferencia del conocimiento, según este estudio. Por ello, las brechas de género se muestran más amplias. Un porcentaje alto del PDI no cuenta con ningún sexenio y ello es más acusado en el caso de las mujeres (el 65,5% de las mujeres y del 59,6% de los hombres). Además, se observa que la brecha de género aumenta según consideramos un mayor número de sexenios concedidos. Así, las mujeres representan solo el 28,8% del PDI que tiene seis o más sexenios.

La variedad del «mundo posdoctoral»

Amaya Mendikoetxea

Durante sus intervenciones en el debate posterior a la presentación del estudio, la rectora Mendikoetxea subrayó que, mientras el mundo predoctoral es «bastante homogéneo», el posdoctoral es «enormemente variado» por las distintas convocatorias a nivel estatal, autonómico, los programas internos de atracción de talento de las universidades. «En algunos sitios se cobran complementos, en otros, no; dependiendo del centro, la estabilidad está garantizada o no lo está; intervienen centros de investigación, centros mixtos… Hay mucho trabajo que hacer para lograr datos comparables y poder sacar conclusiones», señaló, para añadir que «sería interesante analizar también la situación de los centros de investigación para saber qué se está haciendo allí».

Preguntadas a las ponentes por el tema de la autoexclusión de las mujeres en proyectos de investigación, entre otros, la rectora indicó que esta circunstancia también se produce en los cargos de gestión. «Sobre el consabido tema de las rectoras, hay que fijarse en el número de candidatas», ha señalado la vocal del Comité Permanente. «Es verdad que hay vicerrectoras y decanas, pero no tantas como debería», ha indicado Mendikoetxea para quien la apuesta por cargos unipersonales conlleva una exposición pública y, en algunos casos, «un rechazo machista». «Las mujeres tendemos a dar un paso atrás», advirtió.